lunes, 26 de marzo de 2007

Grandes fotográfos y Giclee: Planteamientos



La fotografía es arte en tierra de "nadie". Entre la literatura (periodismo, Cartier Bresson), la poesía (la luz cegadora de la instantánea, Moholy Nagy), el teatro y el cine (Walker Evans ) y la pintura (obviamente Hockney o cualquiera de los clásicos, pongamos por caso Goya o Velázquez).
La actitud del artista ante la obra, dentro de la fotografía ha sido dispersa y paradójica. Artilugio, la cámara y la película, que ha producidad disparate de ensayos, curiosamente le ha costado enciontrar su lugar entre las Artes, y poer la culpa precisa de los mimos fotgráfos. Bastardia de origen (su similitud con la pintura y el dibujo) que la publicación inmediata y su "sinceridad" parecía salvar. Pocos cayerón en la importancia de la imagen en "si", tan digna en el mejor de los casos, como, pongamos por caso, el mejor de los rembrants o Tintorettos.
Aquí recojo la actitud y teorias de cuatro fotógrafos (hay mas, claro) frente al fenómeno artístico que llevaban entre manos, conscientes de su medio y de su fin, y casi dispares, como se podrá comprobar. A saber: Cartier Bresson, Laszlo Moholy-Naggy (podrí incluir aquí Man Ray), Ansel Adams y David Hockney.


Cartier
Bresson

Fotografía y surrealismo.


La Fotografía como arte le debe mucho al pensamiento anarquista en general, y en particular al movimiento surrealista . El artista surrealista, simplificando en extremo los términos "teóricos", si es que existe una tal "teoría", no construye la obra, se la encuentra, la reconoce. Un retrete en la calle, una piel de plátano en un plato sucio o un papel arrugado abandonado en un rincón, por ejemplo, pueden ser proclamados por el artista surrealista obras de arte en pie de igualdad con la Gioconda, Las Meninas, o mísmisima la catedral de San Pedro de Roma. Obviamente, la cámara fotográfica, por su fría e instantánea objetividad, es una herramienta de primer orden para registrar el avance de esta nueva sensibilidad surrealista y revolucionaria. Y todo ello, por supuesto, sin el mas mínimo afán de trascendencia. Todo lo contrario. El pensamiento surrealista pretende corromper toda idea de valor y trascendencia.


La negación de la Giclee

Henri Cartier Bresson, llevó a la práctica el principio surrealista de "L'object Trouvé", arrancando a la fotografía del ámbito de la pintura, dándole un valor en sí misma de arte mayor. La captura singular, el "momento decisivo" en palabras de Cartier Bresson, era el verdadero acto artístico de la fotografía. Ahí empezaba y acababa todo. Sin mas afeite ni artificio, la obra existía ya atrapada en la gelatina del negativo un pico instánte tras el cierre del obturador.

Por tanto negaba todo valor a la posterior plasmación y trasmisión de la imagen. No reencuadraba, no equilibraba luces, su desprecio por cualquier alteración le llevó a incluir los bordes del negativo en la reproducción de éste.




Ansel Adams: la búsqueda de la Giclee

Ansel Adams, al contrario, es un hombre que mimaba sus copias. Estaba obsesionado con la precisión de la representación de la imágen. De todos es sabido las limitaciones que tiene la fotografía para recoger la visión que recogemos en vivo de una imagen que luego vemos en una copia. El cerebro hace una elaboración complejísima que ninigún sistema óptico puede reproducir en toda su extensión. El diferenciaba lo que SIENTE el artista, lo que VE el artista, la imagen TAL CUAL es, y la capacidad del conjunto óptica-película-papel de emulsión para que mediante forzados, contracciones de curvas en el revelado y en el positivado, podamos recoger nuestra visión primera de la manera más certera posible, nuestra emoción.

Adams como teórico de la Giclee: el flujo fotográfico.


Adams es uno de los grandes teóricos de la fotografía. Desde el punto de vista técnico su famoso sistema de zonas sigue vigente hoy en día, y recomiendo vivamente la lectura de su trilogía La Cámara/El Negativo/La Copia. En relación con esta obra, Adams defiende la dignidad de la Copia Fotográfica como la verdadera la obra de arte fotográfica (en contraste con Cartier Bresson y su "momento decisvo"). Su sistema de zonas abarca todo el flujo fotográfico, desde el momento de la captura, el tratamiento del negativo y su positivado, colocando el objetivo final en el positivado (lo que diríamos ahora la giclee). Sólo recientemente, gracias a los procedimientos digitales y los nuevos sistemas de impresión que aseguran vidas de las copias por encima de los 100 años, se ha valorado la copia de fotografía, la giclee, y ésta ha entrado en museos públicos como obra a conservar y exhibir, al lado de la pintura.


Moholy-Nagy: la síntesis pos-moderna: la revolución multimedia


Como Ansel Adams o Man Ray, Moholy-Nagy es otro pionero, Cuando la fotografía era apenas una curiosidad científica o un simple de reproducción artística, no una de las siete Artes, Moholy -Nagy reivindica su papel trasgresor, revolucionario en una nueva sociedad surgida tras la emancipación del proletariado. Proclama la cámara como La nueva Estilográfica de esta nueva era Post-Gutemberg, un instrumento, que emancipará a la humanidad ( o que expresará la emancipación de la humanidad del viejo mundo unido a la textualidad).
Exploró la fotografía desde los puntos de vista más sorprendentes y heterodoxos: Fotos sin cámara (sus famosos fotogramas), sus fotografías que denominaba "fotoplastia", en las que acudiendo a elementos de montaje y grafismo, relacionaba el mundo del texto con el de la imagen. O sus fotos de arquitecturas: paisajes proyectivos en los que se busca el efecto plástico de superposición de tramas con seres vivos, y su valor de signos. Es fundamental su tratado "Pintura fotografía y cine (editorial Gustavo Gili colección fotoGGrafia 2005)" que resume su pensamiento y dónde reivindica la unidad de acción de las actividades artísticas en el espacio y en el tiempo, sin barreras, sin categorías.


David Hockney el redescubrimiento del naturalismo a través de la naturaleza pictórica que hay en la fotografía.



Observen bien este "cuadro" Sus dimensiones son de un metro y medio de alto por dos de largo. Impresiona. Pero su fuerza provocadora es doble, Funciona como pintura y al mismo tiempo su base es la captación de un mosaico de fotos con teleobjetivo seguramentwe con distancias focales algo diferentes. La sinceridad del lugar está en el fondo de este cuadro. Su asfalto, sus cactus, su arena, la suciedad de las señames, el cielo brillante del desierto americano. Si contrastamos este cuadro con la foto del lugar nos sorprende como una imagen tan anódina nos produce sobrecogimiento y emoción. Ante una puerta, ante un peligro indefinido, ante un misterio con ese horizonte....

Este es uno de los fotomontajes de Hockney, elaborados fundamentalmente con Polaroids aunque también ha empleado película convencional. Esta parte de su obra es una de las exploraciones más apasionantes de la naturaleza de la imagen, y un intento de fundir el naturalismo que se extiende en la historia del arte con distintas variantes hasta mediados del siglo XIX, con los sucesivos movimientos artísticos posteriores, especialmente el cubismo, tomando como pivote a la fotografía. El conjunto de sus investigaciones constituye el libro "El conocimiento secreto" (Ediciones Destino, 2001, en castellano, Thames&Hudson en inglés), obra que recorre la historia de la pintura occidental a la luz del conocimiento fotográfico, y dónde demuestra, caso a caso, como la utilización de artefactos ópticos (lentes, espejos, proyectores de cámara oscura), permitieron crear "avant la lettre" un universo visual de concepto enteramente fotográfico, más allá de la globocularización del ojo humano. ¿Hay contraposición fotografía - Pintura, o síntesis? ¿Porqué exclamar, cuando llegó la fotografía, que la pintura había "muerto"? ¿Porqué buscar la superación de la crisis en la escapada fuera de lo "fotográfico", cuando el ideal pictórico perseguido en esos tan admirados siglos del renacimiento, barroco, clasicismo y romanticismo, es precisamente el naturalismo fotográfico? Es más. ¿Puede vencer la fotografía su propia naturaleza y reconstruir un universo diferente del naturalista? Esta conciencia de la Giclle como resultado final, obtenida mediante el empleo de emulsión fotgráfica, es el mejor ejemplo y valor para esta nueva era que se abre en la fotografía, superada la etapa "medieval" de los procedimientos analógicos.

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