sábado, 24 de marzo de 2007

La resolución no es lo que importa. Óptica y sensor.

En este artículo desarrollo una serie de observaciones surgidas de mi experiencia en la plasmación en Glicees de mis fotografías ante el avasallamiento de la industria con un incremente inexorable de la matriz de puntos en la captura. No quiere decir ello que esté en contra del progreso. Tan sólo realtivizo la vaca sagrada de la cifra como indicador de la calidad de la fotografía. Tengase en cuenta que empecé en esto de la fotografía digital con una maquinita de 640x480 puntos, y he ido escalando hasta los 7,1Mp por el momento, y no por ello considero que las fotos tomadas a 2 Mp, por ejemplo, sean inválidas. Todo depende de la finalidad útima. Soy consciente de que la mejora en la resolución es importante, pero está limitada por la plasmación en la Giclee.

En un interesante artículo aparecido en la sección de actualidad del portal quesabesde, se glosaba la experiencia de un fotógrafo novayorkes que exhibió tres copias de la misma foto al fastuoso tamaño de un DINA2 (40 cm X 60 cm). Las tres copias compartian la misma imagen pero diferente resolución: 13 Mp, 8 Mp y 5 Mp. Según cuenta ningún viandante vió diferencia alguna entre las tres copias.

Viene al caso este experimento, ya que una cosa que he comprobado es que resolución de sensor y calidad de imagen no van relacionados. Según los vademecums que nos orientan hacia la elección de una nueva máquina fotográfica, para semejante tamaño (DINA2) necesitaríamos una matriz de 16 Mp (300 ppp lineales). ¿Como es posible que con tan solo 5 Mp sea imposible de distinguir de otra de 13 Mp?

La razón esta en los límites del ojo humano para distinguir detalles (salvo algunos privilegiados con vista de águila).

Si uno acude a la ciencia tipográfica y a las consideraciones de los ópticos, el ojo humano llega a percibir separación de detalle cuando el arco que separa dos puntos es mayor quede 5 minutos. De ello se deduce la mínima distancia de observación: 60 a 75 cm con vista sana en este caso, y todo ello da una resolución de 48 puntos por cm (123 ppp) que se corresponde con los 5 Mp. (13 Mp tenemos 254 ppp, 8 Mp 155 ppp y 5 Mp 123 ppp).

Nota la abreviatura ppp se correponde con la unidad puntos por pulgada lineal. 1 pulgada 2,54 cms.

Las hipótesis del experimento son buenas: Se parte de la máxima resolución (calidad óptica perfecta), porqué lo que está en juego no es la resolución en si misma, si no la combinación de resolución con agudeza visual. Nosotros, nuestra vista está tiene limitada la capacidad de discriminación de una imagen a un tamaño determinado.

De hecho, mi primera cámara (la Olympus C-220) de 2Mp llegue ampliar hasta DINA3 sin problemas, siendo su límite teórico estricto (los famosos 300 ppp) el tamaño A6 (10 cm x 15 cms) y según el fabricante A4 (restar entre 3 y 4 pasos en la escala DIN a la definición básica del fabricante que da para el sensor a 300 ppp).

La mayor resolución del sensor no tiene sentido si no está conectado con la resolocíón de la óptica. EN el mejor de los casos lo que nos permitirá es la capacidad de ampliar un detalle de la imagen con la misma calidad óptica de percepción en la copia final. Nada más. Esto es, que una imagen de 8 Mp podemos extraer detalle, en el límite, de 2 Mp, que visualmente siga siendo convincente, si la óptica aguanta, claro está.

A efectos de la Giclee , nuestra vista no apreciará mejora de detalle con una mayor resolución, dado un tamaño de ampliación determinado (en mi caso, mi impresora llega hasta el A3, por lo tanto un sensor entre 2 Mp y 5 Mp son suficientes). Este efecto empeora en la pantalla del ordenador, en donde la resolución efectiva (sobre todo en los monitores estándar) es aún mas baja, y aún más en los TFT dónde se une el efecto de alto contraste que sin darnos cuenta mejora la nitidez de la imagen subyacente sin ser conscientes de su verdadera "calidad".

Aquí no he mencionado varios técnicas básicas adicionales para efectuar ampliaciones de calidad:

Una de ellas es recurrir a mosaicos aprovechando la capacidad zoom de los objetivos.

Otra es uitilzar la interpolación bicúbica suavizada en el Photoshop en modo de 16 bits, y un uso inteligente de la mascara de enfoque ajustada a cada tamaño. La operación de enfoque siempre debe realizarse justa antes de imprimir.

Un tercer aspecto muy importante es la aplicación de un software de reducción de ruido. De hecho el ruido es el demonio y el ángel de la fotografía. En el límite, la imagen es ruido que parece que no lo es. No es una paradoja. Un tratamiento astuto del ruido extrae detalle que no es apreciable directamente. De hecho el crecimiento de los sensores permiten disminuir el tamaño de grano del ruido. Recomiendo el software Netimage de reducción de ruido de imagen para esta operación. Los resultados son sorprendentes. Puedo asegurar que imagenes tomadas con 2 Mp parecen tras el tratamiento tan sólidas como si de 8 Mp se tratase.

Artículo original publicado en el blog de New York Times sobre este tema de la resolución y su percepción (inglés).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Buenisimo el aporte. Estoy a punto de comprar una camara y por lo que veo no le voy a dar mucha importancia a la resolucion. Saludos